Hace 220 años nació
el periodismo ecuatoriano
La lucha por el derecho a manifestar, sin cortapisas ni temores el
pensamiento de cada uno, es la historia del esfuerzo permanente del hombre por
encontrar sistemas de convivencia cada vez más equitativos, democráticos y más
libres.
Primero fue la libertad de opinión de los ciudadanos que se ejercía en
el ágora griega. Después en la República Romana, “los cónsules
detentaban el poder supremo; los pretores se ocupaban de las cuestiones
legales; los censores regían la moral pública; los ediles dirigían los mercados,
templos y celebraciones y los cuestores eran los encargados del tesoro público.
El Senado, formado en sus inicios por los jefes de las distintas clases,
cumplía la función de asesorar y aprobar las decisiones de los cónsules” (1)
En la época moderna con el advenimiento de la imprenta de Gutenberg, el
mismo derecho fue planteado como la libertad de imprenta. Gracias a la imprenta
la expansión del conocimiento, de la ciencia y de la cultura por el orbe,
representa una revolución de dimensiones universales al amparo, precisamente,
de esta libertad fundamental.
En lo que hoy es el Ecuador, los jesuitas introdujeron la imprenta a
Ambato en 1755 y en el año 1759 la trasladaron a Quito.
En 1767, cuando los jesuitas fueron expulsados de todas las casas de la
jurisdicción de la Real Audiencia de Quito, por la Pragmática Sanción de Carlos
III, Raimundo Salazar y Ramos tomó a cargo la confiscada imprenta y Mauricio de
los Reyes pasó a desempeñar la regencia de la imprenta, declarada “Imprenta de
la Real Audiencia de Quito” o simplemente “Imprenta de Gobierno”. En ella se
imprimió “Primicias de la Cultura de Quito”.
Como secretario y redactor único de Primicias de la Cultura de Quito,
Eugenio de Santa Cruz y Espejo preparó una declaración de propósitos, una
especie de manifiesto que circuló el jueves 5 de enero de 1792, y de esa manera
se marcó el nacimiento del periodismo ecuatoriano hace 220 años.
Con características de quincenario, Primicias de la Cultura de Quito
solo alcanzó siete números hasta marzo de 1792. Además de circular en forma
casi clandestina al precio de “real y medio de plata por cada pliego completo”,
su impulsor sufrió retaliaciones y no tuvo el apoyo inicial que se necesitaba.
La Sociedad de Amigos del País, de la cual Espejo fue su secretario, gracias
a su dedicación y conocimientos, se expresó a través del primer periódico
formal y trascendente que tuvo lo que años más tarde llegaría a ser el Ecuador
republicano. Gran comienzo el de la prensa ecuatoriana. No es difícil imaginar
lo que el periódico logró en aquellos años precursores de la Independencia.
Fuente: ecuadoruniversitario.com
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