El Comercio: Incertidumbre sobre el ataque
huaorani a un grupo no contactado
Hasta la tarde de este martes 2 de abril no
se pudo ubicar el sitio donde habría ocurrido el ataque huaorani a un grupo no
contactado. Sin embargo, según informes preliminares, en el incidente se habría
incendiado la vivienda del pueblo aislado, matado a varios de sus miembros y
trasladado a dos niñas hasta una comunidad huaorani.
Una de las menores no pasa de los siete años
de edad, de acuerdo con una fotografía captada a la menor. Cahuetipe Yeti,
presidente de la Nacionalidad Waorani de Ecuador (NAWE), dijo que, en forma
preliminar, se conoce que las niñas están en una comunidad huaorani.
Según María del Carmen Jácome, subsecretaria
de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, miembros del Plan de Medidas
Cautelares (creado para la protección de los pueblos amazónicos en aislamiento)
sobrevolaron la zona en un helicóptero de Aéropolicial, pero fueron
infructuosos debido a las condiciones ambientales adversas reinantes. Para
mañana está previsto nuevos sobrevuelos.
Desde Francisco de Orellana (Coca) se indicó
que esta agresión sería una retaliación por la muerte del jefe huaorani Ompore
Omeway y su esposa Buganei Cayga. Los dos fueron atacados con lanzas, el pasado
5 de marzo, a unos 150 metros de Yarentaro. Esta comunidad se encuentra
asentada al final de la vía Maxus, en el bloque petrolero 16.
Se conoció que 12 hombres huaorani se
adentraron a la selva hace una semana y estos habrían arremetido contra el
grupo en aislamiento. Además, que el ataque habría ocurrido el viernes pasado,
pero recién ayer el grupo regreso a su comunidad y este martes se oficializó la
información.
Hasta la noche de este martes todavía no se
tenían certezas de lo ocurrido. Incluso, dada la hostilidad del grupo huaorani,
se ha complicado la intervención del Estado y de dirigentes de las
organizaciones indígenas.
Por ahora está conformada una comisión con
representantes de los ministerios de Interior, Justicia, Ambiente y Salud,
además de la Policía Judicial, Fiscalía y Gobernación de Orellana y otros. El
objetivo es tratar de investigar para determinar lo ocurrido durante el ataque.
Este último es parte de una serie de hechos
ocurridos desde hace más de medio siglo en la Amazonía ecuatoriana, en especial
en el Parque Nacional Yasuní y la zona de confluencia.
El 26 de mayo del 2003 ocurrió una tragedia
parecida. En esa ocasión, 23 mujeres y niños taromenane murieron en Bataburo,
límite entre Pastaza y Orellana, luego de ser atacados por, presuntamente,
guerreros huaorani.
El 10 de agosto del 2009, una mujer
campesina y dos de sus tres hijos fallecieron atacados con lanzas. Pero hasta
ahora no hay efectividad en la protección a los pueblos no contactados y que
evite los encuentros inesperados.
Fuente: El Comercio
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