Ecuador se alista para los riesgos de la paz en Colombia


El eventual éxito del proceso de paz en Colombia no relajará militarmente a su vecino Ecuador: el desarme de las FARC podría agravar problemas en la frontera como narcotráfico y minería ilegal, dijo el ministro de Seguridad, Homero Arellano.

“Ecuador será otro de los beneficiarios de la paz, pero sabemos también, desde el sector de seguridad, que esta paz presupone momentos difíciles”, afirmó Arellano.

El principal riesgo, advierte, está en que una desmovilización de la guerrilla comunista de las FARC, con unos 7.000 combatientes, dé lugar a bandas que se involucren mucho más en el tráfico de drogas y la minería ilegal, una combinación que inquieta a los dos países.

Frontera especial

“Nosotros prestamos mucha atención a que grupos ilegalmente armados puedan ya no obedecer a sus mandos, y pudiesen dispersarse, y pudiesen incorporarse a bandas de delincuencia organizada, y eso es sumamente peligroso”, declaró Arellano.

Una situación similar se presentó con la desmovilización de los paramilitares colombianos de ultraderecha después de 2006. Cientos de excombatientes se organizaron en bandas criminales que también operan en el límite colombo-ecuatoriano.

“Sabemos que éste es un proceso que se está iniciando con éxito, con el liderazgo del presidente (colombiano) Juan Manuel Santos, y ojalá terminen bien las negociaciones de La Habana”, remarcó el ministro Arellano.

Más patrullaje

Sin embargo, insiste, “muchos que están en la selva no querrán escuchar” el llamado al desarme y podrían convertirse en un nuevo problema de seguridad común, por lo que Ecuador no dejará de estar pendiente de “esta frontera especial”.

Incluso “estamos pensando en nuevas formas de patrullaje, en el establecimiento de unidades de vigilancia de frontera con infraestructura especializada”, indicó.

Al mismo tiempo resaltó que “el Gobierno colombiano tiene sus planes y está trabajando intensamente para estas etapas de desmovilización”.

Pasos ilegales

° Después de restablecer plenamente relaciones diplomáticas en 2011, Quito y Bogotá están trabajando de la mano para mejorar la seguridad en la frontera mediante la regularización o destrucción de pasos ilegales por donde circula el contrabando de drogas y armas.

Hasta el momento, se han identificado 43 conexiones informales, 28 de las cuales están en proceso de legalización y las restantes 15 serán sometidas a evaluaciones conjuntas para determinar su neutralización, según Arellano.

Simultáneamente, los gobiernos están comprometidos en planes para combatir la minería ilegal, una actividad en la que están incursionando las mafias del narcotráfico.





Fuente: La Hora

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