El Comercio: ‘10 del Luluncoto’ tienen formación en los barrios y en grupos políticos

Las banderas rojas de la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE) y otras del MPD flameaban en la entrada del Palacio de Justicia (Centro de Quito). También hubo camisetas con la imagen del Che Guevara y carteles con fotos de los ‘10 de Luluncoto’.
 
La gente llegó para apoyar al grupo investigado por presunto terrorismo. En un folleto denominado ‘El caso de los 10 presos de Luluncoto’ se reseñan las tareas a las que estaban vinculados antes del arresto, el 3 de marzo pasado.
 
En el 2008, Pablo Castro fue presidente nacional de la FESE (Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador). Luis Merchán fue secretario de esa organización en Guayas.
 
Cristina Campaña fue candidata a la presidencia de la FEUE y trabajó con el Frente Revolucionario de Izquierda Universitaria (FRIU). En cambio, en 1985, Víctor Vinueza estuvo vinculado a la Federación de Barrios de Quito.
 
Mientras en el auditorio del Palacio de Justicia, el presidente del Tribunal III de lo Penal de Pichincha, Julio Obando, anunciaba a las 09:00 que la audiencia de juzgamiento no se instalaba por la ausencia del juez Vladimir Jhayya (solicitó licencia médica), afuera la gente recordaba el trabajo que realizaban los detenidos.

Ricardo Naranjo es coordinador de la Juventud Revolucionaria del Ecuador (JRE) y ayer decía que con Campaña comenzaron el proyecto denominado El Ecuador que los jóvenes queremos. En el 2008, cuando la Constitución estaba en proceso de elaboración en Montecristi, Castro llevó ese documento al Palacio de Gobierno y lo entregó personalmente a Rafael Correa.
 
En una fotografía, el dirigente aparece con el Jefe de Estado, mientras él recibe la propuesta.
La dirigencia de Castro comenzó en el colegio. En quinto año fue presidente de curso. En el Colegio Odilo Aguilar también fue presidente de curso. Lady Morales, actual presidenta de la FESE, recuerda que en el 2005 él participó en movilizaciones nacionales por el carné estudiantil. Ese documento era demandado para que los alumnos, por ejemplo, se beneficien del 50% de los pasajes.
 
“En las movilizaciones él estaba en primera fila, se paraba frente a los (trucutús) defendiendo a sus compañeros. De lo que sé jamás fue detenido”, contó Morales.
 
La vida de Santiago Gallegos, otro detenido, es casi similar. Fue abanderado en la escuela y presidente de curso, en el Colegio Teodoro Gómez de la Torre (Ibarra).
 
Hace siete años, en la Universidad estatal de esa ciudad formó un grupo de teatro y otro de “metal social”, en donde se cantaban músicas relacionadas con la ecología y la “justicia social”.
Las escenas de ese días llegaron una tras otra, en la calle Piedrahíta. Luego de que la diligencia no se realizara, los detenidos no salieron por la puerta principal.
 
Los guías penitenciarios los escoltaron por una puerta secundaria. Estaban esposados. Cuando llegaron al Palacio dijeron ser “presos políticos”, que no eran inocentes, que no había pruebas del supuesto terrorismo y que ese 3 de marzo se habían reunido únicamente “para estudiar la Constitución”. Todo vestían camisas o camisetas blancas.
 
La madre de Abigaíl Heras, que está recluida en la cárcel de El Inca, lloraba. Son de Cuenca y el sábado llegaron a Quito.
 
Su padre, Alfonso Heras, recordó que ella fue dirigente desde el 2006, cuando estudiaba en la Universidad Estatal de Cuenca.
 
Ese año integró la Asociación Femenina Universitaria y el año siguiente fue asesora en el consultorio jurídico de esa universidad.
 
Su tesis de Abogacía estaba en marcha y trabajaba en el tema del Buen Vivir. Su padre dice que el día en que fue arrestada vino a Quito para conversar con otros jóvenes e incluir en su tesis.
 
En esa reunión de Luluncoto también estaba Royce Gómez. En un organigrama que presentó la Policía, su rostro aparece bajo las palabras “GCP-Guayas” (Grupo de Combatientes Populares).
 
Su madre, Rosa Romero, que llegó desde Guayaquil para asistir a la diligencia, recordó que su hijo de 25 años es odontólogo y que realizaba obra social en barrios suburbanos de Guayaquil.
 
En las afueras del Palacio también estaban familiares de Fadua Tapia, la única de los procesados que está libre, pues el día del arresto estaba embarazada y ahora su hijo tiene 4 meses.
 
Desde el colegio, ella asistía a niños de los barrios de Quito. En el 2010, cuando cursaba el sexto año en el Colegio Benalcázar, viajó a Orellana para construir un jardín de infantes, que financió una empresa privada.
 
En el folleto ‘El caso de los 10 presos de Luluncoto’ se dice que Héctor Estupiñán (recluido en el CDP) es un “apasionado de temas políticos, participó en el seminario de derechos y garantías constitucionales sobre el Buen Vivir”.
 
Y de César Zambrano se conoce que fue miembro de la Casa de la Juventud, en Esmeraldas. Participó en la cita regional “por el derecho a la comunicación juvenil desde la radio”. Todos recibieron apoyo ayer. Sus rostros aparecieron en una celda simulada, en las afueras del Palacio de Justicia.
Amnistía Internacional

En una carta dirigida al fiscal general, Galo Chiriboga, la organización der DD.HH. Amnistía Internacional se pronunció sobre el caso de los ‘10 de Luluncoto’.

En la misiva del 27 de noviembre último , Guadalupe Marengo, directora del programa regional para América, indicó que “estas 10 personas fueron aprehendidas sin orden de detención y sin estar cometiendo delito flagrante”, según información que la entidad recibió.

Familiares de los presos informaron ayer que estos seguirán en huegla de hambre indefinidamente, hasta que se concreten sus pedidos. Uno es recuperar la libertad de forma inmediata. Hasta la tarde de ayer no se señalaba una nueva fecha para la audiencia de juzgamiento.

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