Veeduría sugiere
adecuar la figura del terrorismo a normas actuales
Además
de constatar aparentes irregularidades en la selección de los magistrados de la
Corte Nacional de Justicia (CNJ), en el informe final que la veeduría
internacional a la reforma judicial entregó el jueves pasado al Consejo de
Participación Ciudadana (CPC) se hacen recomendaciones para adecuar la figura
penal de sabotaje y terrorismo a la legislación actual; y para fortalecer la
independencia judicial. Estos tres puntos constan como “nudos críticos” de la
reestructuración.
Los
veedores citan el caso de los “10 de Luluncoto” –jóvenes que están acusados por
el Gobierno de terrorismo– y aunque aclaran que esa instancia no es un
organismo de investigación ni pretende interferir en las actividades propias de
la Función Judicial, manifiestan su inquietud una vez que han conocido las
imputaciones.
Los
observadores internacionales dicen que la calificación jurídico penal de los
hechos “se sustenta en una antigua ley y con un supuesto de hecho que no se
compadece mínimamente con la gravedad de la sanción prevista para tal
conducta”.
Con
base a lo anterior se hizo la siguiente recomendación: “Poner de manifiesto la
necesidad de acomodar la ley que regula el denominado delito de sabotaje, con
el fin de adecuarlo a la realidad del Ecuador democrático y plural, respetando
el principio de proporcionalidad de las penas y la aplicación de medidas
alternativas a la prisión preventiva”.
La veeduría, luego de reuniones con organizaciones de derechos humanos y colectivos de indígenas, también ha constatado la existencia de varias reclamaciones por violaciones a tales derechos, “extendiéndose aquella calificación jurídica (sabotaje y terrorismo) a lo que podría entenderse como simples protestas sociales”.
La veeduría, luego de reuniones con organizaciones de derechos humanos y colectivos de indígenas, también ha constatado la existencia de varias reclamaciones por violaciones a tales derechos, “extendiéndose aquella calificación jurídica (sabotaje y terrorismo) a lo que podría entenderse como simples protestas sociales”.
En
el apartado que la veeduría dedica a este tema, también se sugiere que “es
conveniente reiterar el riesgo de extender la calificación penal referida a
otros ámbitos que excedan del concepto que internacionalmente se admite como
terrorismo, máxime cuando en Ecuador existen precedentes en los que se ha
considerado como derecho a la resistencia, la ejecución de acciones similares,
recogidas en la Amnistía 4 aprobada, en su día, por la Asamblea Constituyente”,
lo cual se confirmó con sentencia de la Corte Constitucional.
Sobre
la independencia de la Función Judicial, la veeduría internacional refiere que
la vulnerabilidad de jueces en el ejercicio de su actividad puede tener su
origen no solo en otros poderes del Estado, sino también en sectores
económicos, corporativos, mediáticos, pero también puede tener un origen
interno a través de mecanismos administrativos.
“Se
ha acreditado que puede enmascararse acciones disciplinarias que suponen
auténticas revisiones jurisdiccionales. Esta potencial injerencia debería ser eliminada
y acogerse un sistema disciplinario pormenorizado, con cláusulas definidas y
con prohibición expresa de la aplicación analógica en perjuicio del supuesto
responsable”.
“Lo
mismo cabe decir de las medidas preventivas de suspensión de jueces que a veces
se convierten en actos estrictamente discrecionales, sobre todo cuando
provienen de la revisión administrativa de una decisión jurisdiccional”, se
refiere en el informe de la veeduría, que sugiere crear una ley que regule
específicamente el sistema disciplinario de los servidores judiciales.
Como
tercer nudo crítico del informe de la veeduría está lo relacionado con el
concurso para seleccionar a los jueces de la Corte Nacional de Justicia.
Allí
se señala que a la jueza Mariana Yumbay, en la fase de méritos, por la
experiencia profesional, se le otorgaron seis puntos “que no merecía”. La
veeduría no entiende cómo se calificó con diez puntos también a Wilson Merino,
ya que este no acreditó con documentos su experiencia profesional. Y sobre los
jueces Lucy Blacio y Wilson Andino se señala que los vocales del Consejo de la
Judicatura no motivaron sus votos para ponerles la máxima calificación (10
puntos) en la argumentación oral de por qué querían el cargo.
La
veeduría, coordinada por el español Baltasar Garzón, insiste en su
recomendación de que esta no sea la última fase del concurso y que su
calificación no otorgue tantos puntos.
Luego
de que en mayo pasado se entregara el primer informe preliminar, Garzón intentó
bajar el tono a lo que allí se recogía diciendo que no era algo definitivo y
que la prensa lo había descontextualizado.
Ahora,
en el informe final, se señala que este documento no busca un espacio de
beligerancia política en el país, pero que “en aquellos ámbitos en los que
podían haberse producido irregularidades, de ser ciertas, desmerecerían la
reforma de la Función Judicial”. Y que las incidencias descubiertas se han
informado no bajo presunciones o sospechas, sino “apoyadas en pruebas o
evidencias que lo acreditaban”.
Otros
aspectos
Desenrolamiento
En el marco de la reforma judicial estudiada, el eje de Talento Humano es el que ha generado más controversia y atención por la opinión pública, señalan los veedores. En ese contexto se indica que los desenrolamientos de judiciales han supuesto graves distorsiones familiares no perfectamente resueltas hasta ahora.
En el marco de la reforma judicial estudiada, el eje de Talento Humano es el que ha generado más controversia y atención por la opinión pública, señalan los veedores. En ese contexto se indica que los desenrolamientos de judiciales han supuesto graves distorsiones familiares no perfectamente resueltas hasta ahora.
Ejes
analizados
La
veeduría recopiló en su informe final sus tres informes previos en los que se
analizaron los ejes de Talento Humano, modelo de gestión, infraestructura
tecnológica y civil y la gestión financiera.
Persiste
inquietud
La
veeduría insiste en recomendaciones como la indemnización a servidores
judiciales separados, rediseño de salas de audiencias, transparentar
información de concursos, creación de tribunales especiales para delitos del
crimen organizado, entre otras.
Anexo
para enero
El
informe final se complementará el 26 de enero del 2013 con un anexo que
analizará el último concurso para la designación de jueces, que está en marcha.
Ese día finaliza la labor del Consejo de la Judicatura Transitorio.
Observaciones
sobre designación de jueces
Wilson
Merino
Señalamiento:
No acreditó su experiencia con copias de demandas, contestaciones, alegatos y
sentencias, pero el Consejo de la Judicatura le puso 10 puntos.
Wilson
Andino
Señalamiento:
Antes de la audiencia se ubicaba en el puesto 33 con 68,93 puntos. Luego de la
prueba obtuvo 8,5 y pasó al lugar 18, desplazando a Édgar Flores.
Mariana
Yumbay
Señalamiento:
De la revisión de su título se constata que tenía 10 años, seis meses cuando se
postuló, por lo que no merecía puntos en ese aspecto, pero le pusieron 6.
Lucy
Blacio
Señalamiento:
Obtuvo 10 puntos en la audiencia oral y pasó del puesto 45 al 28. Así superó a
Yolanda Yupangui, que del puesto 12 bajó al 31, ya que la calificaron con 1,33
Fuente: El Universo
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