El Comercio: Kim, el comunista del
'smartphone'
Menos de cuatro meses después de la muerte
de Kim Jong-il, su hijo Kim Jong-un, de 30 años, asumió el control absoluto de
Corea de Norte para perpetuar la continuidad de la hermética dinastía
comunista.
Nieto del 'presidente eterno' y fundador de
Corea del Norte, Kim il-sung, el 'líder supremo' norcoreano tuvo un ascenso
fulgurante comparado con el de su difunto padre, y ha estado arropado desde el
principio por la cúpula militar.
Nombrado máximo responsable de la Comisión
Nacional de Defensa, primer secretario del Partido de los Trabajadores y
comandante supremo del Ejército, entre otros títulos, Kim Jong-un se hizo en
apenas cuatro meses con todos los cargos que su padre tardó tres años en
ostentar, y que otorgan el control del Estado militarizado.
El joven Kim saltó al escenario político en
septiembre de 2010, cuando fue nombrado por sorpresa general de cuatro
estrellas del Ejército y vicepresidente de la Comisión Militar Central del
Partido de los Trabajadores.
Este primer cargo oficial hizo presagiar la
elección como sucesor de su padre, muy delicado de salud tras sufrir una
apoplejía en 2008, y activó la maquinaria de promoción del Gobierno norcoreano,
basada en el culto extremo a la personalidad.
El mismo día en que se anunció la muerte de
su padre, Kim Jong-un fue proclamado 'gran sucesor' del régimen estalinista,
que desde entonces se ha encargado de fortalecer su liderazgo. En abril de
2012, la Asamblea Nacional Suprema (Parlamento) nombró a Kim 'primer
presidente' de la Comisión Nacional de Defensa. Días antes, durante el congreso
del partido, Kim Jong-un fue nombrado máximo líder de la formación.
Estos tres hitos se enmarcaron en la semana
de celebraciones del centenario del nacimiento del 'padre de la patria', Kim
il-sung, la fecha más importante en la historia reciente del país.
Según fuentes próximas al régimen, el joven
Kim, hijo de una de las esposas de su padre, Ko-Young-hee, una exbailarina que
falleció de cáncer en 2004, está casado desde 2010 con Ri Sol-Ru, una joven
estudiante norcoreana de 20 años con quien tendría una hija.
De gran contextura y altura similar a su
padre, cerca de 1,68 metros, los pocos detalles de la personalidad de Kim
Jong-un lo describen como un amante del baloncesto y las películas de acción,
que habla inglés, alemán y francés.
Kim es aficionado a los torneos de
baloncesto de la NBA estadounidense y en febrero tuvo como invitado al polémico
Dennis Rodman y a los Harlem Globetrotters.
Lo que parece seguro es que Kim Jong-un,
licenciado en 2007 en la Universidad Militar Kim il-sung de Pyongyang, muestra
sobre el papel un perfil más cultivado que su padre y abuelo, al acudir durante
su adolescencia a un colegio de Berna (Suiza), escudado tras un pseudónimo, y
regresar al país en torno al año 2000.
Pero su falta de experiencia asusta no solo
a sus vecinos, sino también a muchos hombres del propio régimen norcoreano.
Sus gustos "occidentales" son
conocidos. Por ejemplo, hace unos meses fue fotografiado con un 'smartphone',
pese a que en su país la mayoría de la población tiene restringido el Internet.
Otra vez se publicaron unas fotos suyas con un posible mapa de ataques
militares. Pero lo curioso de estas imágenes oficiales fue que lo mostraban
usando una iMac, computadora de la estadounidense Apple.
Durante las visitas oficiales ha preferido
asociarse a la apertura de tiendas y fábricas encargadas de producir y vender
tecnología. Y esto le ha servido, porque la juventud de Pyongyang ha empezado a
idolatrarlo y a peinarse como él. Al menos dos canciones de moda están
dedicadas a su persona.
Pero bastaron pocos meses al mando del poder
norcoreano para que Kim mostrara algunos matices de su verdadera personalidad.
Enojado por una serie de ejercicios
conjuntos entre Seúl y Estados Unidos, hace pocos días puso fin al armisticio
que establecía un alto el fuego entre el Sur y el Norte luego de la guerra que
mantuvieron ambos países entre 1950 y 1953.
Sin inmutarse por las críticas que recibió
de Occidente, el joven Kim dirigió una serie de ejercicios de defensa con fuego
real en el este del país. Kim ordenó a sus soldados "acabar con los
enemigos hasta el último hombre" y "enviarlos a todos al fondo del
mar". Luego dijo que Corea del Sur se volverá "un mar de fuego"
en línea con el elevado tono belicista último.
¿Las advertencias son una simple bravuconada
del joven Kim o hay una amenaza real de una guerra? Por ahora no hay manera de
comprobarlo, pero el deterioro de la situación lleva a figurarse imágenes
apocalípticas.
Fuente: El Comercio
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