Armas decomisadas se duplican este año respecto a 2012

En lo que va de este año, el decomiso de armas en el país se duplicó respecto al año pasado. En 2012, en la Base Naval San Eduardo, en Guayaquil, se destruyeron 2.800 armas en total, y para este año las autoridades estiman que la cifra de armas incineradas llegará a las 5.000.

Pero, esto no es todo. Hasta fines de este mes, la Dirección de Control de Armas también incinerará 331.712 municiones decomisadas de diferentes calibres: cartuchos de 12, 16, y 24. “No se puede dar cifras decomiso de municiones en 2012, pero claramente se puede establecer que esta incautación se triplicó en lo que va de este año”, afirmó el jefe del departamento nacional de Control de Armas de las FF.AA., Fausto Rosero.

El oficial sustenta su afirmación, primero, por la incautación de un conteiner, encontrado en noviembre de 2012, con 80.000 municiones calibre 5,56 usados en el fusil ruso AK47, que no se utiliza en el armamento de las FF.AA. y luego por los trabajos intensivos de Inteligencia, de los comandos operacionales y de los centros de control de armas.

El caso más fuerte

“Es un calibre especial que no coincide con el fusil HK que se usa en el país”, señaló Rosero, Y, aunque el oficial prefirió no comentar si esa munición podría haber estado dirigida a grupos irregulares, “certificó” que no estaba dirigida para las FF.AA. El cargamento fue declarado en abandono en la Aduana del Puerto de Guayaquil.

Rosero también presume que “alguien” estuvo intentando importar ese material por nuestro país, pero, al ser alertado de las autoridades de control, lo declaró en abandono. El conteiner permanece en el polvorín del Comando Conjunto, ubicado en el Corazón (Machachi), a la espera de ser destruido.

Procedimientos

Las armas que serán destruidas no fueron reclamadas por sus propietarios o no pasaron la prueba del polígono: éstas deben estar en condición de disparar munición con una velocidad y una distancia acorde al calibre, los ‘tambores’ de los revólveres donde se aloja la munición, deben reunir las características técnicas para permitir una salida correcta de la bala a través del cañón, el tubo del cañón debe tener condiciones adecuadas para que la munición salga con una trayectoria de seguridad. Si las armas no reúnen estos requisitos, son destruidas.

Análisis de un experto

El general (sp) Juan Méndez cree que la cantidad de armas incautadas ha proliferado en el país no sólo por la suspensión de su importación, sino por la suspensión de las pequeñas fábricas donde se producían armas artesanales. Dice que a muchas de estas personas no se les ha dado una nueva alternativa para sobrevivir.

Y pide incorporar en la ley regulaciones adecuadas para el permiso de tenencia o porte. “El legítimo derecho a la defensa y como producto de la inseguridad hace que los ciudadanos tengan armas clandestinamente (…) creen que con un arma están más tranquilos”.

Por provincias

Decomisos de municiones

204.241 en Guayas.
55.400 en Pichincha.
29.202 en El Oro (a mineras y camaroneras).
23.000 en Galápagos.
10.348 en Chimborazo.
7.863 en Azuay (a empresas de seguridad sin justificar tenencia).
1.618 en Loja.

80.000
municiones se encontraron en un conteiner el año pasado.

2.800
armas se destruyeron en 2012.


Fuente: La Hora

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