La mayoría de PAIS aprueba la explotación del Yasuní


"No hemos venido a debatir,
sino a escuchar el balido del sí de los siervos del todo poderoso”.
Jaime Guevara,
Cantautor popular.

"Las actividades se harán con los más altos niveles de protección”.
Carlos Viteri,
Asambleísta PAIS.

"Deberíamos iniciar con un minuto de silencio,
porque se está iniciando con el delito de etnocidio”.
Pepe Acacho,
Asambleísta Pachakutik.


Por un momento, se les vio preocupados. Algo no estaba saliendo acorde con lo planeado. Alicia Cahuiya, vicepresidenta de la Nacionalidad Waorani del Ecuador (NAWE), hablaba en el pleno de la Asamblea Nacional en contra de la explotación petrolera.

La secretaria general de la Asamblea Nacional, Libia Rivas, había terminado de leer el informe con la resolución de la declaratoria de interés nacional para la explotación petrolera de los bloques 31 y 43 del Parque Nacional Yasuní.

Gabriela Rivadeneira, presidenta del Legislativo, le dio la palabra a la dirigente waorani de la comunidad de Ñonero, quien había sido invitada por la Comisión de Biodiversidad, donde se aprobó el documento. Pero no se ajustó al discurso oficialista.

“Queremos vivir como waoranis. Antes vivíamos bien, con agua limpia. En nuestro territorio hay siete petroleras y, ¿qué beneficios hemos tenido?”, dijo. “No estamos de acuerdo que exploten. Queremos que se consulte”.

Con este preludio, comenzó el segundo debate de la resolución en la sesión 256, en la que pasadas las 18:00 se aprobó definitivamente la declaratoria solicitada por el presidente de la República, Rafael Correa, con 108 votos a favor, 25 en contra y una abstención.

Debate

Los asambleístas de PAIS, con sus aliados de Avanza y Socialistas, aprobaron la resolución que autoriza la explotación, en un máximo del uno por mil del territorio del Parque, excluyendo la zona intangible.

Carlos Viteri, presidente de la Comisión de Biodiversidad, recomendó al pleno la aprobación de la declaratoria porque “las actividades se harán con los más altos niveles de protección” y porque “nunca más se permitirán prácticas ambientales corruptas”.

A Lourdes Tibán (PK) no le convenció el discurso. Le acusó de contradecirse, porque en años anteriores Viteri había publicado en su libro ‘Ecuador Postpetrolero’ que “hay que abandonar la idea sobre el petróleo como algo estratégico por elemental sentido común”. Según la asambleísta, la resolución es una “estrategia etnocida a largo plazo”.

Mientras, Mae Montaño (CREO) y su compañero, Patricio Donoso, insistieron en que se está violando el artículo 57 de la Constitución, donde se establece que no puede existir explotación en territorio de los pueblos en aislamiento.

Pero, la vicepresidenta del Legislativo, Rosana Alvarado, aseguró que nunca ha existido prohibición para explotar el Yasuní y Miguel Carvajal (PAIS) manifestó que en la resolución se ha incorporado un “elemento sustantivo”: la preocupación de la Asamblea sobre los pueblos en aislamiento.

En la resolución se establece que durante la explotación se harán monitoreos de las actividades, que se suspenderán en caso de avistamiento de pueblos en aislamiento y que Petroamazonas será la responsable y titular de la explotación. También, que se aplicará un proceso de consulta previa.

Crónica

En los exteriores de la Asamblea Nacional un escenario presidió el espacio donde se reunieron los partidarios a la explotación del Yasuní. Sobre él, una gran pantalla transmitía en directo la lectura de las 56 páginas del informe de la Comisión de la Biodiversidad.

Decenas de personas, llegadas de diferentes puntos del país, aguardaban sentadas en el suelo, fruto del largo trayecto que realizaron la noche anterior. La extensión del texto junto al tono monocorde de la lectura de la secretaria de la Asamblea, Libia Rivas Ordóñez, contribuyó al estado somnoliento. Unos pocos, los más efusivos, ondeaban banderas con la consigna de PAIS.

Separados por una hilera de policías, un escueto grupo de no más de veinte personas mostró, en cambio, su inconformidad con la explotación petrolera. Ellos fueron la inmensa minoría en el lugar, pero se mostraron más activos.

En la calle la palabra fue viva: “Estoy cansada de que se pisotee la Constitución, estoy cansada de tener un Gobierno basado en el modelo extractivista, estoy cansada de ver cómo se utiliza a mi pueblo, estoy cansada de tener que ser cómplice del asesinato de una cultura”, gritaba con convicción la bióloga Alicia Franco.

Los manifestantes colocaron sobre el suelo y frente al cordón policial, un pequeño altar con velas, flores y frutas, con una pequeña pancarta en la que se leyó: “No quiero ser cómplice de un etnocidio”, junto a una botella con un cartel que decía: “Agua limpia y pura, sólo el 1% tiene veneno. ¿Quieres?”.

Convergencia de ideas

Los gobiernistas defendían la explotación para combatir la pobreza: “Ésta es la mejor decisión que el Gobierno podía tomar. Debemos recordar que únicamente se va a explotar un uno por mil del Yasuní, pero esos beneficios repercutirán en millones de personas”, declaró José Zambrano, quien llegó en un autobús desde Manta y aseguró, como todos los entrevistados, que tuvo que pedir un día libre en su trabajo “para apoyar al Presidente”.

Del otro lado se escucha: “Muchas de las personas que acuden a estas manifestaciones, que por cierto fueron invitados y pagados por el Gobierno, desconocen la realidad de este asunto, porque es compleja. Yo soy ingeniero ambiental. He leído con detenimiento la propuesta y los mecanismos para contrarrestar los daños medioambientales y los presupuestos para ello son ridículos. Es inviable el proyecto de regeneración ambiental”, manifestó Cristian Paliz.
  
Música en los dos lados

° Pasaron las horas y el ambiente se fue caldeando fuera de la Asamblea. Un grupo de simpatizantes de PAIS, proveniente de Esmeraldas, ofrecía un concierto con percusión y la marimba. Los vendedores de jugos, de helados o de bocadillos le dieron a la concentración un aire de mitin festivo.

Al otro lado del ‘muro’ policial, la temperatura también subió. La llegada del cantautor Jaime Guevara le inyectó nueva vida al grupo opositor. Los participantes bailaron en círculo, algunos con máscaras de diablumas, hubo una joven vestida de negro con careta de calavera. Guevara tocaba un tambor con perseverancia a escasos metros de la Policía: “No hemos venido a debatir, sino a escuchar el balido del sí de los siervos del todo poderoso. Digo todo poderoso, porque tiene todos los poderes”, bromeó Guevara.

108
votos obtuvo la tesis oficial.

24
voluntades consiguió la oposición.

256
es la sesión en la que se aprobó el tema.



Fuente: La Hora

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