¡Viva
Guayaquil! 193 años de Independencia
Este miércoles 9 de Octubre, la ciudad de Guayaquil
festejasus 193 años de independencia recordando a sus próceres mediante
distintos actos cívicos.
Uno de los precursores de la independencia
guayaquileña fue José María de la Concepción de Antepara y Arenaza quién
después de vivir en Europa y socializar con grandes personajes con ideales
independentistas como Francisco de Miranda, volvió a la ciudad en el año de
1814 y rápidamente entabló amistades con partidarios de la emancipación como
José de Villamil y José Joaquín de Olmedo.
León de Febres Cordero, Luis Urdaneta y Miguel de
Letamendi, de origen venezolano, pertenecían al Batallón Numancia pero por sus
ideales a favor de las revoluciones emancipadoras fueron expulsados y enviados
a su tierra natal.
El barco, que tenía por destino desembarcar en
Venezuela, arribó a Guayaquil y permaneció allí por varias semanas, tiempo en
el cual los militares conocieron a varios líderes de la idea de independizar a
la provincia de Guayaquil.
El 1 de octubre de 1820, Villamil y Antepara
visitan la casa de Pedro Morlás, y luego de una conversación en la cual exponen
sus ideales, Isabela Morlás, hija del anfitrión, propone la organización de un
baile, a lo cual acceden y este sería organizado por doña Ana Garaycoa de
Villamil, esposa de José de Villamil.
Tanto Antepara como Villamil vieron al pedido de la
joven como el pretexto perfecto para lograr lo que con toda seguridad darle
forma a una revolución que acabe con dependencia de España, es por ello que
invitan a varios personajes que compartían los ideales independentistas de
ellos, incluyendo a José Joaquín de Olmedo, Gregorio Escobedo, el doctor Luis
Fernando Vivero, Francisco de Paula Lavayen, José Rivas, Manuel de Fajardo, José
Correa y los venezolanos Febres Cordero, Urdaneta y Letamendi.
En la noche del domingo 1 de octubre y luego de
iniciada la reunión a la cual fueron invitadas las familias más prestigiosas de
la ciudad, el anfitrión José de Villamil reunió a los invitados que él y
Antepara consideraban vitales para el triunfo de la emancipación. Aquella
reunión se la conocería como la “Fragua de Vulcano” y es la noche en la cual se
comenzó a diseñar el plan de asalto a varios cuarteles realistas.
La cantidad de efectivos militares del ejército
realista apostados en la ciudad era de 1500 aproximadamente, los cuales estaban
distribuidos en: 600 soldados del batallón Granaderos de Reserva del Cuzco, 500
del escuadrón de caballería Daule, 200 del batallón de Milicias Urbanas, 200
efectivos de las Brigadas de Artillería, y 350 soldados en las 7 lanchas
cañoneras que permanecían en el malecón.
Sin embargo, los oficiales que se habían plegado a
favor el movimiento eran Gregorio Escobedo e Hilario Álvarez del Granaderos,
Damián Nájera de la Brigada de Artillería, José Peña del batallón de Milicias
Urbanas, y por último los sargentos Vargas y Pavón del escuadrón de caballería
Daule con lo que se tenía asegurado el 70% de los efectivos de la plaza.
En consecuencia, las maniobras debían propender a
tomar el escuadrón de caballería Daule y la bodega de armas y explosivos de la
brigada de artillería, anulando a la vez la capacidad de reacción de las tropas
que acompañaban tanto a Joaquín Magallar, comandante del Granaderos, como a Benito
García del Barrio, primer jefe del Batallón Granaderos de Reserva.15 Por los
hombres de las lanchas torpederas capitaneadas por Joaquín Villalba no se
preocuparían, pues estaban desde el día anterior fuera del puerto, y había
oportunidad de resolver este problema si se coronaba con éxito la revolución. Y
todo se dio tal como se había planificado.
Para la noche del domingo 8 y la madrugada del
lunes 9 de octubre, León de Febres Cordero y Nájera llevaron con engaños al
comandante español Torres Valdivia a la casa del Nájera con el pretexto de
invitarlo a una partida de naipes.
Una vez allí, lo sometieron y dejaron cautivo
temporalmente explicándole que era la única forma de evitar que él intervenga
en contra el movimiento independentista y que en vista de la estimación que le
tenían, habían preferido evitar un peligroso enfrentamiento con él. Febres
Cordero, adueñado de las llaves del parque de Torres Valdivia, se dirigió al
Granaderos, en donde, con 50 hombres, fue hasta la Brigada de Artillería, y luego
de sorprender y encerrar al oficial de guardia, se apoderó del recinto. La
tropa fue formada, aclamando la causa revolucionaria.
Mientras esto sucedía, Urdaneta, con 25 hombres del
Granaderos y nuevos jóvenes guayaquileños, más la complicidad de los sargentos
Vargas y Pavón, tomaron el escuadrón de caballería Daule, no sin antes
trenzarse en una balacera con Magallar y sus hombres, que al darse cuenta de lo
que sucedía, intentó impedirlo, muriendo en el enfentramiento.13 15 Luego de
esta acción, Urdaneta mandó al comandante Matías Tirapeguí, quien se había
plegado a favor del movimiento, hacia la Batería de las Cruces, con la mitad
del escuadrón de la caballería, con el propósito de tomarla.
El último incendio se llevó a cabo en la casa del
coronel Benito García del Barrio, primer jefe del Granaderos de Reserva quien
fue apresado por el teniente Hilario Álvarez mientras dormía.
Para la mañana del 9 de octubre de 1820, la ciudad
de Guayaquil había alcanzado su independencia de España y con ello comenzó la
guerra de independencia de lo que actualmente es la República del Ecuador.
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