Minas y crudo vuelven a levantar polvareda

"Queremos la vida, que es la verdadera riqueza, queremos seguir subsistiendo, nosotros tenemos propuestas para sustentar al país, queremos vida para nuestros hijos”.

Gloria Ushiwa,

Miembro de la nacionalidad Zápara.

Ayer, mientras en el interior del Hotel Marriot de Quito se reunían expertos en energía y petróleos para analizar el aprovechamiento de los recursos del país, al menos 70 personas llegaron a las afueras del lugar para protestar por la exploración y la explotación de petróleo en la Amazonía ecuatoriana. Silvia Tibi, de la comunidad Yana Maru, de Pastaza, vestía una blusa negra bordada y gritaba entre los asistentes: “Agua quiero, vida quiero, selva quiero, pozos no”.

“Están entregando a puerta cerrada los bloques petroleros que nos perjudican directamente”, comentó, mientras se acercaba una bicicleta con un parlante con el que se pretendía elevar más la voz de protesta, bajo la mirada de dos docenas de policías que se ubicaron en la puerta del hotel.

Al mismo tiempo, el ministro coordinador de Sectores Estratégicos, Rafael Poveda, explicaba a los cerca de 400 asistentes al ‘VII Encuentro de Energía y Petróleo’ la importancia que el Régimen ve para el país de seguir desarrollando proyectos de electricidad, petróleos, hidrocarburos, hídricos y de minería, con la consecuente inversión requerida. 9.310 millones de dólares para electricidad o 10.005 millones de dólares para hidrocarburos eran algunas de las cifras que se mostraban a los asistentes en diapositivas.

Temas clave

El Ministro no dejó de hablar del Yasuní ITT. Que con los recursos obtenidos no se podrá contar sino hasta el séptimo año y que alcanzarán 9 millones de dólares, aseguró, como parte del discurso de trabajar con los recursos actuales a fin de, en el futuro, poder salir del modelo extractivista y reducir la pobreza del país.

“La pobreza para los mestizos o ‘los de occidente’ es no tener cosas materiales, como cocinas, lavadoras, tecnología…”, decía afuera Tibi, mientras aseguraba que la verdadera riqueza para los pueblos amazónicos es tener peces sanos, ríos limpios, bosques sin contaminar, espacios para sembrar y cosechar sin afectar a la naturaleza.

De pronto, entre los manifestantes aparecieron dos hombres y una mujer con la cara pintada de blanco y con rasgos orientales dibujados, fingiendo ser empresarios chinos que llegaban a la reunión. Junto a ellos, un grupo les decía que se fueran. “No queremos chinos que se lleven el petróleo”, gritaban los presentes.

Ambiente

Dentro del hotel, las conferencias no se detenían y, llegado el turno del ministro de Recursos Naturales No Renovables, Pedro Merizalde, su discurso resaltó que es un reto sacar adelante al sector petrolero. Como desconociendo la manifestación de afuera del Marriot, Merizalde dijo que se ha logrado una relación armónica con las comunidades aledañas a las zonas petroleras. Algún incrédulo del público preguntó cómo se solucionarán las diferencias de criterio con las comunidades que no estaban de acuerdo, a lo que el Ministro respondió que hay que conversar porque “siempre existe una solución”, aunque no dijo cuál.

Alguien más insistió en por qué se dice que las comunidades están de acuerdo con las actividades petroleras, cuando se sabe que nacionalidades como Shuar, Ashuar y Záparos no aprueban la ampliación de la frontera petrolera. La respuesta: porque el grupo de socialización del Ministerio ha conversado con las comunidades y están contentos, especialmente cuando han visto que las inversiones están quedando para ellos.

Al parecer, los funcionarios no hablaron con quienes protestaban afuera. Gloria Ushiwa, de la nacionalidad Zápara, decía que van a quedar más pobres y con más enfermedades. “Queremos la vida, que es la verdadera riqueza, queremos seguir subsistiendo, nosotros tenemos propuestas para sustentar al país, queremos vida para nuestros hijos”, enfatizaba, y los tambores y los gritos se seguían sumando y uno que otro curioso se paraba a mirar las declaraciones de la mujer vestida con una especie de capa de cabuya. (ABT)

70
personas se sumaron a la manifestación.

20
policías custodiaban a los manifestantes.

400
personas asistieron al encuentro dentro del hotel. 

Fuente: La Hora